23 de febrero de 2010

Algunos Mitos Sobre el Vino

El mundo esta lleno de falsos mitos, y en el caso puntual de los vinos, los ha acompañado, desde épocas prediluvianas. Generalmente, se tratan de legendarias leyendas, generadas por ideas triviales o carentes de fundamentos que fueron originadas por conocimientos erróneos o por informaciones deformadas, sobre la realidad de los vinos. Afortunadamente, con el tiempo, estas leyendas han perdido vigencia, como consecuencia que la tecnología actual, nos ha permitido realizar estudios en profundidad, de los reales fenómenos enológicos, que nos han posibilitado conocer una realidad científica, que ayuda a superar, las fantasías infundadas.

Entre los mitos más difundidos tenemos:

EL VINO ENGORDA:

En primer instancia el vino no contiene, grasa por lo tanto no es un alimento que engorde, en forma directa. Una copa de vino seco, contiene en su composición el 85% de agua, un 12% de alcohol etílico y pequeñas cantidades de ácido tartárico y diversos minerales en cantidades reducidas. Una copa de vino seco, generalmente, contiene 100ml y tiene aproximadamente, 53 calorías, en cambio, si se trata de tinto, 61 calorías. En el caso de los vinos dulces, tienen aproximadamente el 10% mas de calorías, según su riqueza azucarina.

Así mismo, sabemos que si las calorías, no se consumen por el desgaste energético, se transforman en tejido adiposo, pero este no es un problema originado por el vino, sino por el sedentarismo, porque con cualquier otro alimento sucede lo mismo.

EL VINO ES PARA GENTE, ENTENDIDA EN LA MATERIA:

Este mito es verdadero en parte, debido a que el vino requiere mucha y diversa información ya fuere sobre los suelos, climas, técnicas de cosecha y elaboración, nuevos técnicas, etc. que demanda una diversidad de conocimientos, para entender en profundidad lo que se está bebiendo, por este motivo, es conveniente conocer estos temas, tan solo si nos referimos al cúmulo de información que rodea un buen vino. Sin embargo, para disfrutar de él, en el momento de beberlo, solamente hace falta que el vino que eligió le guste. Porque el vino es una bebida simple, común y corriente, es solo jugo de uva fermentada, resultado de una transformación biológica, sencillamente natural.

LOS VINOS CAROS SON LOS MEJORES:

El vino, como cualquier otro producto, cuanto más caro es, presupone que debería ser de mejor calidad. Sin embargo la mejor calidad, no siempre es garantía del mejor vino. Es muy importante, tener siempre presente, que el gusto es una sensación eminentemente personal y a usted quizás no le agrade el vino, que al resto les parece excelente. Así mismo, debemos tener en cuenta que siempre hay un vino para cada circunstancia, por esta causa, puede existir un vino excelente para cierto tipo de comida o de ocasión y no es el mas adecuado, para otras.

LOS VINOS ESTACIONADOS EN ROBLE SON MEJORES:

La relación entre roble y vino, viene de la época en que los únicos recipientes para contenerlo, eran de madera de roble. Hoy, que los vinos se fermentan en acero inoxidable, el roble ha quedado como un símbolo de jerarquía. El toque que el roble le brinda a un vino, puede ayudarlo a alcanzar mejores cualidades, modificando su textura y mejorando sus taninos. Esta tarea demanda condiciones estrictas, porque el vino que ingresa a la vasija de roble, deben ser de muy buenas calidad, la que mejorará durante su tiempo de estacionamiento. Sin embargo, si ingresamos un vino pobre o débil y lo ponemos en contacto con el roble, no lo mejorará, solo se logrará un vino pobre o débil, con gusto a roble. Otra condición, es que el tiempo debe ser el adecuado, porque prolongar el lapso, perjudica su calidad, porque el sabor a madera se destacará mas, que el del vino. La presencia del roble en el sabor del vino, también es una cuestión de gusto personal, hoy el consumidor prefiere vinos frescos, frutados y con un ligero sabor a roble.

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